martes, 3 de enero de 2012

La importancia de la niñez en el comportamiento del adulto

¿ Por qué el adolescente es violento, rebelde e irreverente?

Porque al no encontrar la comprensión en sus familias, estos tienen a tornarse  impetuosos y es en gran parte que por eso las calles están llenas, no de uno, sino de un sin fin de adolescentes, en busca del refugio emocional, en busca de identificación, que les haga desprenderse de uno o quizá muchos conflictos internos. Mientras mas dificultad de dialogo y comprensión que se tenga hacia el adolescente en sus hogares, esté presentara conductas indeseadas.

Los jóvenes lo que buscan es comprensión y apoyo, no el castigo y rechazo que los progenitores imponen, es  por eso que se recomienda “educar” desde tempranas edades y la niñez, es la ideal para introyectar limites, para que cuando estén en la atapa adolescente se puedan llegar a implementar “acuerdos” con la confianza y la comunicación, los padres nunca seremos amigos de los hijos,

Cabe hacer hincapié que  los hijos desde pequeños saben que hacen y entienden perfectamente lo que se les dice,  es por eso que se debe tener un dialogo sencillo entre padres e hijos pequeños, para no ser mal interpretados,  y a su vez que la comunicación del lenguaje corporal, corresponda al del lenguaje, es decir ser congruente en lo que se dice que en lo que se hace, ejemplo: el padre ausente que regaña y castiga al hijo que no cumple con sus obligaciones, que va mal en la escuela y su conducta no es la mejor;  aquí el hijo reproduce lo que observa, es decir los hijos heredan de los padres las  cuestiones genéticas y “conductas”.

Es por eso que el niño que ha recibido  una  buena educación, es muy probable que este joven no vacile ante las adversidades en las que pudiera presentarse presentando conductas asertivas, lo contrario al hijo que supuestamente ha sido educado con relajación o  autoritarismo,  en ambos casos  los  jóvenes  pueden tener obstáculos en las decisiones que él debiese tomar, por la indecisión  de elegir, por lo tanto es importante saber entre educar e imponer, por lo que es conveniente estimular  a través de la confianza   dentro de un ambiente de seguridad y protección,  para poder darles herramientas idóneas  para afrontar los retos que se le presenten, lo cual se generaran jóvenes con un desarrollo psíquico saludable, lo cual reducirá el peligro de gestar adolescentes difíciles. Si bien la misma adolescencia es difícil, por la búsqueda de la propia personalidad, los padres  tienen la responsabilidad de contener al hijo, ya que el joven, ya no es niño pero tampoco adulto,  esta en un duelo de la niñez y en un ensayo del adulto, por lo cual los errores son parte diaria del adolescente.

En esta etapa del adolescente tiene una aproximación, para todo lo que no sea él, es decir juzga todo, critica todo, pero el no se fija en él, ni piensa en él, solo se deja llevar por lo que le interesa, es por eso que el peligro es constante, ya que la influencia  dará interés y prioridad a su vida, por lo cual la responsabilidad de decisión a conductas nuevas  en mayor parte es del mismo joven, pero al mismo tiempo es el resultado  del trabajo contante de  los  padres, de una educación  temprana.  Por lo tanto el adolescente no admite que las cosas se hagan mal o a medias. Es muy exigente con los demás pero sobre todo lo es consigo mismo.   Recordaran que anteriormente hable de acuerdos en adolescentes, ya que el imponer criterios o leyes rígidas, impedirá el dialogo entre padre e hijos.

Por lo cual la familia, debe construir un ambiente donde el adolescente  encuentre apoyo y protección, basada en el cariño  y respeto,  características muy difíciles, pero no imposible de fincar.
Es por eso la importancia de el cómo vivimos, ya que  puede hacer tener hijos educados, pero por otro uno como padre puede generar  patrones e incluso las vivencias  negativas se pueden olvidar “aparentemente” pero estas pueden generan miedo, ira, tristeza, vergüenza etc.  Es decir conductas inexplicables ante ciertas circunstancias, aquí puedo decir que las teorías sobre la psicología humana coinciden en admitir que el pasado influye tanto en nuestra personalidad como en nuestra conducta.

El ser humano manifiesta estados del  Yo.

 “El Yo padre”, es el resultado de los padres y familiares que han tenido directa o indirectamente influencia en la educación del menor. Es un compendio de actitudes y comportamientos de influencia externa, se habla de herencia conductual. Esto sucede sin que la persona sea consciente de ello, por lo que se terminan reproduciendo pautas aprendidas en la infancia sin darse cuenta.

“El yo niño” En él surgen los impulsos naturales, las primeras costumbres que se nos tallaron en la infancia y también él como respondimos ante ellas. Es la parte de la persona que piensa, siente, actúa habla y responde igual que lo hacíamos como niños. Tiene un tipo de pensamiento mágico e irracional, las relaciones las concibe como algo eminentemente emocional.

“El yo Adulto” En esta parte  observamos la realidad de forma, se espera la consecuencia, lo que va generando un aprendizaje que con la experiencia nos da un conocimiento llamado “experiencia de vida” 

En esta parte el ser humano debe hacerse responsable de sus actos.

Es por eso que es importante el conocimiento  de nosotros mismos, hacer consciente lo inconsciente para poder dar explicación a ciertas conductas, que se vuelven flagelaciones ante el constante castigo que uno mismo se genera, la vida es bella, por lo cual uno ya de adulto debe tener la responsabilidad de generar cambios en nuestra vida, y si uno es padre de niños pequeños, también hacerse responsable de la calidad de vida que genere en la vida de esos seres indefensos, y si tiene adolescentes, también se tiene responsabilidad de sensibilizar  al adolescente para que a través de la conducción de la familiar, pueda pasar esta etapa difícil en su vida y llegue a ser adulto pleno, realizado y feliz.

Es por eso cuando tenemos cuestiones de nuestra vida no procesadas, y que nos encontramos atorados en un pasado, se considera necesario acudir con un profesionista que nos ayude a conectarnos con nuestra niñez, este regreso a nuestro pasado nos ayuda a integrar nuestro “ser” actual de influencias positivas o negativas de nuestra infancia. 

Los profesionistas lo que hacemos es  que el conocimiento de las conductas sea cada vez más lúcido para tener una aceptación de nuestras zonas “inconscientes”, para que el camino sea adecuado para lograr un desarrollo personal más equilibrado.

CENTRO CULTURAL EL FARO DE IZTACALCO
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