Otros conceptos de Autoestima, relacionados de alguna forma con los expuestos anteriormente, sugieren que: Es el juicio que hago de mí mismo, la sensación de que “encajo” y de que tengo mucho por dar y recibir, la convicción de que con lo que soy basta para funcionar; reconozco aspectos de mí que no he concientizado, para luego integrarlos, la reputación que tengo ante mí mismo. Es una manera de vivir orientada hacia el bienestar, el equilibrio, la salud y el respeto por mis particularidades . Si una persona cae en un problema, o se deja llevar por sus introyectos, esto no quiere decir que su autoestima haya decaído, sino que simplemente por un momento dejó de ser conciente de sí mismo, pero esto puede cambiar con el simple hecho de que la persona vuelva a su continuidad de conciencia.
1. Autoconciencia o autoconocimiento
Es el conocimiento, juicio u opinión, objetivo o subjetivo, que la persona tiene de sí misma. ¿Qué creo de mí mismo? ¿Qué soy? ¿Quién soy? Son las respuestas que íntimamente damos a estas preguntas, más allá de las máscaras que asume la mente para no perturbar la propia conciencia.
2. Autovaloración
Es la evaluación emocional de una persona sobre sí misma y sus relaciones afectivas ¿Qué siento de mí mismo? ¿Cómo me siento al sentirme así? Cuando la autoestima es baja, suele estar conformada por la interiorización de lo que suponemos es la valoración emocional hacia nosotros de nuestros seres queridos. Además del rechazo de la propia emotividad, suelen surgir bloqueos emocionales que nos impiden una sincera apreciación de nuestras heridas y traumas afectivos.
3. Autorregulación o autodisciplina
Es un aspecto esencial del desarrollo humano. Si no se aprende a controlar la propia conducta -ha evitar lo que ha de evitarse, a esperar cuando no se pueden obtener las cosas inmediatamente, a variar las estrategias cuando no funcionan- se estará a merced de las circunstancias, y nuestra satisfacción o
insatisfacción dependerán más bien del azar que de nosotros mismos. La señal de la autorregulación es el control interno.
4. Sentido de autoeficacia
Es la opinión o conciencia que uno tiene sobre su capacidad o incapacidad para realizar con éxito alguna tarea o proyecto. No depende tanto de si la tarea es fácil o difícil, sino de nuestra confianza en poder alcanzar la meta, y forma uno de los aspectos más importantes en la motivación o desmotivación. Es el "Yo puedo" o el "Yo no puedo".
Formación de la autoestima
De acuerdo al Ciclo de la Experiencia, podríamos decir que la autoestima tiene que ver con la manera que cerramos ciclos del reposo a la movilización de la energía, es decir, que si vivimos una vida siendo concientes de nuestras emociones, de lo que sentimos, manteniendo figuras concientes y estudiadas, internalizando mensajes que sean sintónicos con el yo y llevando esto a la zona externa a través de las maneras en que nos motivamos para incorporarnos al mundo exterior, los problemas de autoestima no se encontrarían en nuestro camino. El problema surge cuando bloqueamos cualquiera de estos pasos y entonces la energía de las motivaciones empieza a estancarse y dejar de correr libremente. Todo esto lo aprendimos durante la infancia, si logramos vivenciar experiencias gratificantes lograremos percibir un mundo amable y proveedor, de lo contrario seria un mundo hostil que no proporciona ningún tipo de satisfacción, más bien inflinge dolor y castigo. Por eso es necesario crear un ambiente que pueda proporcionar seguridad a los niños.
Clasificación de la autoestima
La autoestima se presenta generalmente en dos niveles: autoestima, alta que va hacia el desarrollo de las potencialidades y autoestima baja, que va en detrimento de la persona.
1. Características de la autoestima baja: es un estado en el que la persona se siente incapaz, insegura, inútil, siente que su existencia no tiene sentido es vacía; en fin una persona con baja autoestima no posee amor propio ni tiene confianza en si mismo.
Aquella que valora demasiado su apariencia, vive de lo que los demás piensan de ella, es así como muchas personas viven hoy en día comprando coches, casas, objetos en general para compensar la falta de satisfacción en sus vidas.
Otro ejemplo de baja autoestima puede ser el de la persona que es muy sumisa, una persona que siempre lleva la cara baja, no lucha por lo suyo, lo que le pertenece, es una persona con baja autoestima ya que está no se siente lo suficientemente valiosa para luchar por lo suyo, para ser alguien, simplemente se siente como un cero a la izquierda.
Las personas con baja autoestima se quejan de que la vida no les ha dado los recursos, padres, comportamientos, actitudes, etc., que necesitan para tener éxito y proyectan toda su responsabilidad, para de esa manera no sentirse responsables de lo que les sucede en la vida.
Una persona que no tenga suficiente autoestima, lo demostrará en su lenguaje (tanto físico cómo mental). Devaluando su vida y teniendo una visión de la existencia más necrófila. Algunos comportamientos característicos de las personas con baja autoestima son:
INCONSCIENCIA
Ignora quién es y el potencial que posee; funciona automáticamente y depende de las circunstancias, eventualidades y contingencias; desconoce sus verdaderas necesidades y por eso toma la vida con indiferencia o se dedica a hacer cosas que no le satisfacen; ignora las motivaciones, creencias, criterios y valores que le hacen funcionar. Muchas áreas de su vida reflejan el caos que se desprende del hecho de no conocerse. Parte de ese caos, generalmente autoinducido, se observa en conductas autodestructivas de distinta índole. Vive desfasado en el universo temporal; tiene preferencia por el futuro o el pasado y le cuesta vivir la experiencia del hoy: se distrae con facilidad. Pensar y hablar de eventos pasados o soñar con el futuro, son conductas típicas del ser que vive en baja autoestima. DESCONFIANZA La persona con baja autoestima no confía en sí mismo, teme enfrentar las situaciones de la vida y se siente incapaz de abordar exitosamente los retos cotidianos; se percibe incompleto y vacío; carece de control sobre su vida y opta por inhibirse y esperar un mejor momento que casi nunca llega. Tiende a ocultar sus limitaciones tras una "careta", pues al no aceptarse, teme no ser aceptado. Eso lo lleva a desconfiar de todos y a usar su energía para defenderse de los demás, a quienes percibe como “seres malos y peligrosos”; siempre necesita estar seguro y le es fácil encontrar excusas para no moverse, su pensamiento comúnmente es “La vida, desde aquí, parece una lucha llena de injusticia”.
IRRESPONSABILIDAD
Niega o evade sus dificultades, problemas o conflictos. Culpa a los demás por lo que sucede y opta por no ver, oír o entender todo aquello que le conduzca hacia su responsabilidad. Sus expresiones favoritas son: "Si yo tuviera", "Si me hubieran dado", "Ojalá algún día", y otras similares que utiliza como recurso para no aclarar su panorama y tomar decisiones de cambio.
En su irresponsabilidad, el desestimado acude fácilmente a la mentira. Se miente a sí mismo, se autoengaña y engaña a los demás. Esto lo hace para no asumir desde la consciencia adulta las consecuencias de sus actos, de su interacción con el mundo.
INCOHERENCIA
El desestimado dice una cosa y hace otra. Asegura querer cambiar pero se aferra a sus tradiciones y creencias antiguas aunque no le estén funcionando. Vive en el sueño de un futuro mejor pero hace poco o nada para ayudar a su cristalización. Critica pero no se autocrítica, habla de amor pero no ama, quiere aprender pero no estudia, se queja pero no actúa en concordancia con
lo que dice anhelar. Su espejo no lo refleja.
INEXPRESIVIDAD
Por lo general reprime sus sentimientos y éstos se revierten en forma de resentimientos y enfermedad. Carece de maneras y estilos expresivos acordes con el ambiente, porque no se lo enseñaron o porque se negó a aprenderlos. En cuanto a la expresión de su creatividad, la bloquea y se ciñe a la rutina y paga por ello el precio del aburrimiento.
IRRACIONALIDAD
Se niega a pensar. Vive de las creencias aprendidas y nunca las cuestiona. Generaliza y todo lo encierra en estereotipos, repetidos cíclica y sordamente. Pasa la mayor parte de su tiempo haciendo predicciones y pocas veces usa la razón. Asume las cosas sin buscar otras versiones ni ver otros ángulos. Todo lo usa para tener razón aunque se destruya y destruya a otros.
FALTA DE ARMONÍA
El desestimado tiende al conflicto y se acostumbra a éste fácilmente. Se torna agresivo e irracional ante la crítica, aunque con frecuencia critique y participe en coros de chismes. En sus relaciones necesita controlar a los demás para que le complazcan, por lo que aprende diversas formas de manipulación. Denigra al prójimo, agrede, acusa y se vale del miedo, la culpa o la mentira para hacer que los demás le presten atención. Cuando no tiene problemas fantasea con tenerlos. Debido a que necesita del conflicto, en estado de paz se siente extraño y requiere de estímulos fuertes generalmente negativos. En lo interno, esa falta de armonía se evidencia en estados ansiosos, que desembocan en adicciones y otras enfermedades. Para el desestimado, la soledad es intolerable ya que no puede soportar el peso aturdidor de su consciencia.
DISPERSIÓN
Su vida no tiene rumbo; carece de un propósito definido. No planifica, vive al día esperando lo que venga, desde una fe inactiva o una actitud desalentada y apática. Se recuesta en excusas y clichés para respaldar su permanente improvisación.
DEPENDENCIA
El desestimado necesita consultar sus decisiones con otros porque no escucha ni confía en sus mensajes interiores, en su intuición, en lo que el cuerpo o su verdad Profunda le gritan. Asume como propios los deseos de los demás, y hace cosas que no quiere para luego quejarse y resentirlas. Actúa para complacer y ganar amor a través de esa fórmula de negación de sí mismo, de auto sacrificio inconsciente de sus propias motivaciones. Su falta de autonomía, la renuncia a sus propios juicios hace que al final termine culpándose, auto incriminándose, resintiendo a los demás y enfermándose como forma de ejecutar el auto castigo de quien sabe que no está viviendo satisfactoriamente. La dependencia es el signo más
característico de la inmadurez psicológica, que lleva a una persona, a no pararse sobre sus propios pies y vivir plenamente su vida.
INCONSTANCIA
Desde el miedo, una de las emociones típicas del desestimado, las situaciones se perciben deformadas y el futuro puede parecer peligroso o incierto. La falta de confianza en las propias capacidades hace que aquello que se inicia no se concrete. Ya sea aferrándose a excusas o asumiendo su falta de vigor, el desestimado tiene dificultad para iniciar, para continuar y para terminar cualquier cosa. Puede que inicie y avance en ocasiones, pero frente a situaciones que retan su confianza, abandonará el camino y buscará otra senda menos atemorizante. La inconstancia, la falta de continuidad, señala poca tolerancia a la frustración.
RIGIDEZ
La persona desvalorizada lucha porque el mundo se comporte como ella quiere. Le cuesta comprender que vivimos interactuando en varios contextos con gente diferente a nosotros en muchos aspectos, y que la verdad no está en mí o en ti, sino en un "nosotros" intermedio que requiere a veces "estirarse".
2. Características de la autoestima alta: es un estado en el que la persona se siente segura de si misma, se valora, tiene amor propio. Se fundamenta en la habilidad de autoevaluarse objetivamente, conocerse realmente a si mismo y ser capaz de aceptarse y valorarse incondicionalmente; es decir reconocer de manera real las fortalezas y limitaciones propias y al mismo tiempo aceptarse como valioso sin condiciones o reservas.
Un ejemplo de personas con una alta autoestima son los llamados “emprendedores” que en la parte económica son personas que con un muy bajo capital y con muchas ganas, fe y “autoestima”; ponen en práctica sus ideas para llevar a cabo un negocio que por lo general llega a ser todo un éxito. Es de hacer notar la gran confianza en sí mismos que poseen estos individuos ya que casí ninguno de estos negocios producen resultados alentadores al principio pero ellos no se asustan por esto y siguen trabajando por su sueño y al poco tiempo llegan a tener una gran empresa.
Otro ejemplo de una alta autoestima lo constituyen los deportistas discapacitados, los cuales mas allá de sus limitaciones físicas tratan de superarse y vivir plenamente porque dentro de si su alta autoestima les hace ver cuanto valen y lo que son en realidad, su autoestima les hace ver cuáles son sus limitaciones reales y tratan de vencerlas o explotar el potencial de las otras virtudes que poseen, ellos son uno de los mejores ejemplos de lo que puede lograrse con una alta autoestima: no hay obstáculo que no pueda superarse.
Por otro lado éstos son algunos comportamientos característicos de las personas con alta autoestima:
CONSCIENCIA
El autoestimado es la persona que todos podemos ser. Alguien que se ocupa de conocerse y saber cuál es su papel en el mundo. Su característica esencial
es la consciencia que tiene de sí, de sus capacidades y potencialidades así como de sus limitaciones, las cuales tiende a aceptar sin negarlas, aunque no se concentra en ellas, salvo para buscar salidas más favorables. Como se conoce y se valora, trabaja en el cuidado de su cuerpo y vigila sus hábitos para evitar que aquellos que le perjudican puedan perpetuarse. Filtra sus pensamientos enfatizando los positivos, procura estar emocionalmente arriba, en la alegría y el entusiasmo, y cuando las situaciones le llevan a sentirse rabioso o triste expresa esos estados de la mejor manera posible sin esconderlos neuróticamente. En el autoestimado el énfasis está puesto en darse cuenta de lo que piensa, siente, dice o hace, para adecuar sus manifestaciones a una forma de vivir que le beneficie y le beneficie a quienes le rodean. Esa consciencia de la autoestima, hace que el individuo se cuide, se preserve y no actúe hacía la autodestrucción física, mental, moral o de cualquier tipo. La gratitud es norma en la vida de quien posee una alta autoestima.
CONFIANZA
Autoestima es también confianza en uno mismo en las motivaciones positivas con las que se cuenta para abordar el día a día. Esta confianza es la guía para el riesgo, para probar nuevos caminos y posibilidades; para ver alternativas en las circunstancias en que la mayoría no ve salida alguna; para seguir adelante aunque no se tengan todas las respuestas. Estas es la característica que hace que el ser se exprese en terrenos desconocidos con fe y disposición de éxito. Cuando se confía en lo que se es, no se necesitan justificaciones ni explicaciones para poder ser aceptado. Cuando surgen las diferencias de opinión, confiar en uno hace que las críticas se acepten y se les utilice para el crecimiento.
RESPONSABILIDAD
El que vive desde una Autoestima fortalecida asume responsabilidad por su vida, sus actos y las consecuencias que éstos pueden generar. No busca culpables sino soluciones. Los problemas los convierte en un "cómo", y en vez de compadecerse por no lograr lo que quiere, el autoestimado se planteará las posibles formas de obtenerlos. Responsabilidad es responder ante alguien, y ese alguien es, él mismo o Dios en caso de que su visión de la vida sea espiritual. Toma como regla el poder influir en su destino y trabaja en ello. Quien vive en este estado no deja las cosas al azar, sino que promueve los resultados deseados y acepta de la mejor forma posible lo que suceda.
COHERENCIA
La Autoestima nos hace vivir de manera coherente y nos impulsa a realizar el esfuerzo necesario para que nuestras palabras y actos tengan un mismo sentido. Aunque el autoestimado guste de hablar, sus actos hablarán por él tanto o más que sus palabras. No quiere traicionarse y se esmera en combatir y vencer sus contradicciones internas.
EXPRESIVIDAD
Los que viven confiando en su poder, disfrutan de la vida y lo demuestran en cada acto. No temen liberar su poder aunque puedan valorar la prudencia y respetar las reglas de cada contexto. Mostrar afecto, decir "te quiero", halagar y tocar físicamente, son comportamientos naturales en quienes se estiman, ya que disfrutan de sí mismos y de su relación con las personas. La forma de vincularse es bastante libre y sin cadenas de prejuicios que atan culturalmente al desvalorizado. En esa expresividad, es seguro observar límites, ya que para expresarse no hay que invadir ni anular a nadie. La expresividad del autoestimado es consciente y natural, no inconsciente ni prefabricada.
RACIONALIDAD
En el terreno de la Autoestima se acepta lo espontáneo aunque el capricho es indeseable. La vida es vista como una oportunidad lo bastante especial como para no dejarla en manos de la suerte. De esta visión se deriva un respeto por la razón, el conocimiento y la certeza. Quien anda de manos del amor propio, no juega consigo y por eso valora el tiempo como recurso no renovable que es. Quien se respeta busca, sin compulsiones, alcanzar un mínimo control de su existencia y para eso usa su inteligencia y capacidad de discernimiento, confiando en lograr sus objetivos al menor costo.
ARMONÍA
Autoestima es sí misma armonía, equilibrio, balance, ritmo y fluidez. Cuando existe valoración personal, también se valora a los demás, lo que favorece relaciones sanas y plenas medidas por la honestidad, la ausencia de conflicto y la aceptación de las diferencias individuales. Por ser la tranquilidad interna la máxima conquista de la Autoestima, quienes están por ese camino hacen lo posible por armonizar y aminorar cualquier indicador de conflicto. Esta armonía interior ahuyenta la ansiedad y hace tolerable la soledad, vista a partir de un estado armónico de vida como un espacio de crecimiento interior
RUMBO
El respeto hacia nosotros y hacia la oportunidad de vivir engendra una intención de expresar el ser, de trascender, de lograr y de ser útil. Eso se hace más factible al definir un rumbo, un propósito, una línea de objetivos y metas, un plan para ofrendarlo a la existencia y decir "esto es lo que soy y esto es lo que ofrezco". La vida se expresa a través de una misión y una vocación; descubrirlo es tarea de cada quien, y es únicamente en ese camino donde hallaremos la plenitud y la alegría de vivir. No hacerlo, equivale a nadar en tierra o arar en mar. El rumbo es indispensable aunque podamos modificarlo, si se llegara a considerar necesario.
AUTONOMÍA
La autonomía tiene que ver con la independencia para pensar, decidir y actuar; con moverse en la existencia de acuerdo con las propias creencias, criterios convicciones, en vez de cómo seguimiento del ritmo de quienes nos rodean. No se puede vivir para complacer expectativas de amigos, parientes o ideologías prestadas, mientras algo dentro de nosotros grita su desacuerdo y pide un cambio de dirección. El autoestimado busca y logra escucharse, conocerse, dirigirse y pelear sus propias batallas confiado en que tarde o temprano las ganará. No se recuesta en la aprobación, sino que mira hacia el interior donde laten sus autenticas necesidades, sin desdeñar lo que el mundo puede ofrecerle.
VERDAD
El autoestimado siente respeto reverencial por la verdad, no la niega sino que la enfrenta y asume con sus consecuencias. Negar los hechos es un acto irresponsable que nos quita control sobre nuestra vida. Cuando se evade la verdad, comienza uno a creerse sus propias mentiras.
PRODUCTIVIDAD
La productividad es un resultado lógico de la Autoestima. Es una productividad equilibrada en las distintas áreas de la vida humana. No a la productividad meramente económica que suele ser causas de enormes distorsiones en las relaciones y en la salud. Esta productividad equilibrada es consecuencia de reconocer y utilizar los dones y talentos de manera efectiva. Iniciativa, creatividad, perseverancia , capacidad de relacionarse y otros factores asociados con una sana Autoestima posibilitan, al entrar en funcionamiento, la obtención de aquello que deseamos, o al menos de algo bastante cercano.
PERSEVERANCIA
Cuando alguien tiene confianza en sí mismo, es capaz de definir objetivos trazar un rumbo, iniciar acciones para lograr esos objetivos y, además desarrollar la capacidad para el esfuerzo sostenido, la convicción de que tarde o temprano verá el sueño realizado. La perseverancia es por eso característica clara de la persona autoestimada, para quien los eventos frustrantes son pruebas superables desde su conciencia creativa.
FLEXIBILIDAD
Es característica de la persona autoestimada aceptar las cosas como son y no como se le hubiese gustado que fueran. Ante la novedad, para no sufrir, es necesario flexibilizar nuestras creencias y adecuar nuestros deseos sin caer en la resignación o la inacción. Flexibilidad implica abrirse a lo nuevo, aceptar las diferencias y lograr convivir con ellas; tomarse algunas cosas menos en serio, darse otras oportunidades y aprender a adaptarse. Todas estas son manifestaciones de inteligencia, consciencia y respeto por el bienestar”
Las definiciones más amplias de la autoestima la relacionan con lo que la Psicología ha denominado "Autosistema" o "Autoesquema". ¿Qué es? Es el resultado de nuestra identidad o "sí mismo". Este auto sistema o auto esquema constaría de varios componentes, autoconciencia, auto evaluación, autorregulación y auto eficacia.
FORTALECIENDO LA AUTOESTIMA
La autoestima es el resultado de todo un conjunto de éxitos y fracasos. Se necesita mejorar la autoestima junto con nuestras habilidades para lidiar con el mundo, para ello se debe considerar el efecto causal entre autoestima y logro/productividad: el aumento en la autoestima causa un correspondiente incremento en el logro y este a su vez ocasiona un incremento en la autoestima.
Para alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos descubrir nuestra Identidad. ¿Quién soy yo? ¿Qué soy?, ¿De dónde vengo?¿A dónde voy? y más importante y decisivo aún, ¿Qué quiero ser? ¿Qué sentido tiene mi existencia? Con una autoestima saludable, nos hacemos cargo de nuestra
propia vida y asumimos una actitud responsable y activa en la búsqueda de nuestras propias metas. Esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla. Según lo que se expone, la identidad es una necesidad afectiva "sentimiento", cognitiva "conciencia de sí mismo y del vecino como personas diferentes" y activa el ser humano tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad. Es como el sello de la personalidad.
A continuación se exponen seis componentes básicos para lograr una adecuada autoestima:
* Vivir conscientemente
* Conocerse y aceptarse a sí mismo como punto de partida para poder cambiar
* Asumir la propia responsabilidad frente a la vida
* La autoafirmación
* Vivir con un propósito en la vida
* Vivir una vida íntegra.
CENTRO CULTURAL EL FARO DE IZTACALCO
Iztacalco Oriente 255 s/n entre sur 24 y sur 28, colonia Agrícola oriental. Mexico D.F.
Pone a sus órdenes el servicio de: “PSICOLOGÍA”.
Terapias individuales, de pareja y/o familiares.
Grupos de apoyo a /Inteligencia emocional/Terapia ocupacional en gerontología/
y/o Diversidad sexual para lésbicas, gay y bisexuales.
En niños: Estimulación temprana/motriz/ lenguaje y Lógica matemática.
Regularización de matemáticas de secundaria y media superior.
Talleres de Duelo/ autoestima/ cerrando círculos.
Correo: psicologia_ixtacalco@hotmail.com
Para hacer una cita via correo, mandar el nombre, telefono de
contacto y asunto.
o siguenos en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario